LA SOCIEDAD ESPARTANA







Sociedad preparada para luchar.
Los espartanos eran una sociedad muy militarizada. Tanto, que los niños tenían que dejar sus casas con 7 años de edad para aprender el arte militar. Les entrenaban para pasar hambre, frío y dolor.
Las niñas, por su parte, también eran preparadas para tener un físico fuerte y que pudieran así, engendrar los mejores guerreros. Si desobedecían, les aplicaban castigos físicos.

Espartiatas.
La organización se componía de un gobierno oligárquico, donde el poder estaba en manos de unos pocos. En lo más alto de la pirámide social se encontraban los ESPARTIATAS que tenían madre y padre espartanos. Poseían derechos políticos y controlaban la tierra.

Periecos.
Un escalón social por debajo se encontraban los PERIECOS. Eran los agricultores que cultivaban la tierra de los espartiatas, pero también podían ser artesanos o comerciantes. En cualquier caso, debían pagar los impuestos a la clase más alta.

Ilotas.La última posición de la pirámide estaba formado por los ILOTAS, que eran los esclavos.








INFOGRAFIA


POWER POINT




PREZI







La vida cotidiana bajo este régimen 

Sociedad

Desde el mismo momento del nacimiento, los espartanos debían pasar por una prueba. Así entonces, un niño recién nacido era minuciosamente examinado a los pocos momentos de nacer por los ancianos de la tribu correspondiente en un lugar llamado Lerché. De no cumplir con los requisitos físicos, se le arrojaba desde el monte Taigeto. Si la caída no los mataba, entonces lo haría tarde o temprano la misma naturaleza. Las mujeres pasaban por la misma revisión, pues ellas debían también ser aptas para dar a luz más varones sanos que se encargarían en un futuro de proteger el Estado. Hasta los siete años de edad, los varones espartanos podían vivir con su familia, pues luego eran desprendidos de sus hogares para ser criados por el mismo Estado. 
En el aspecto intelectual, los niños, púberes y adolescentes eran inculcados en el amor a la patria, la subordinación a la autoridad y a respetar los valores culturales de su ciudad-estado. Pero eso era lo mínimo, pues, las mayores inclemencias venían con las exigencias físicas. Así, los jóvenes eran abandonados a la deriva para sobrevivir ante determinadas situaciones extremas, para usar tanto la fuerza como la inteligencia, en el sentido que debían racionar alimentos, soportar frío, no generar lazos de cariño por sus parientes y sencillamente tener la sensación de que no podían confiar más que en sí mismos. Si es que pasaban esta prueba entonces el varón espartano podía convertirse en un ciudadano y en hoplita, es decir un soldado, algo que sucedía alrededor de los veinte años. 
Las mujeres recibían también un entrenamiento físico aunque no tan estricto, y el resto del tiempo las exigencias de la educación estatal se complementaban con determinadas normas que ellas debían cumplir en el hogar, una vez fuesen esposas, listas para dar a luz a los hombres más fuertes de Grecia. Este factor, les dio, aunque suene paradójico, una mejor situación social que en otras polis griegas, donde era consideradas meros instrumentos para tener hijos. Los diez años próximos de los varones, luego de acabar las pruebas, significaban la posibilidad de volver a acercarse tenuemente a la familia, y hasta casarse, pero al menos hasta los treinta años debía residir en un cuartel. Cuando hubo pasado esta última prueba, recién allí entonces se cree podía disponer de todos los derechos ciudadanos que merecía. Hasta los sesenta años, los espartanos quedaban sujetos a las normas del estado. 
Prácticamente se podría decir que toda la vida cotidiana de un espartano, sea hombre o mujer, estaba basada en la educación. Es decir, la existencia de ellos, no podían mirar más allá de o bien ser un militar, una mujer encargada de cuidar a sus familias, o un futuro funcionario de estado. Otras dedicaciones como la filosofía, arte o viajes quedaban restringidas a muy pocas personas o eran de práctica casi nula. De todas maneras con el tiempo la sociedad espartana se fue abriendo un tanto a sus hermanas polis griegas y dentro de sí misma. Por tal efecto, se admitió ilotas en el Ejército y algunos atenienses, ciudad enemiga declarada de Esparta, se educaron en esta última urbe. 

Algunos hechos de la ciudad 

historia

Hay muchos espartanos en la lista de nombres históricos. Desde el célebre legislador Licurgo, considerados por algunos un personaje mítico, hasta el rey Leónidas, quien se dice salvó a Grecia y posiblemente hasta occidente por varios siglos, de la dominación persa en la batalla de las Termopilas dentro del marco de las Guerras Médicas. Aunque es verdad que Esparta fue saqueada, y no sólo en esta, sino en varios ocasiones, su preponderancia sobre la Hélade gracias a su Ejército, sólo pudo ser contrarrestada por la Marina ateniense. Así estalló la Guerra del Peloponeso, en la cual Esparta venció gracias a generales como Lisandro. De todas maneras Pausanias, el otro rey, estuvo allí para generar la división y la traición. 
El hecho es que luego de haber sido el Estado fuerte y el máximo escudo contra Persia, Esparta, por cuestiones políticas, se mostraría muy pasiva con el imperio de los aqueménidas. Después vino la Guerra de Corinto y la paz con griegos y persas. Pero tras varias décadas de prácticamente guerrear sin descanso, se debilitó a Esparta, y por si fuera poco a Atenas incluida. Pronto, a inicios del siglo III a.n.e., ambas ciudades se percataron que los tebanos estaban cobrando fuerza y podía amenazarlos. No se equivocaron, y ante el intento espartano de someter a Tebas, la historia dejó patente que su gloria había quedado atrás, pues los descendientes de Leónidas fueron rechazados y derrotados, poniendo fin así a la hegemonía de esta polis sobre el mundo griego. Luego vino Alejandro Magno y después los romanos; ya para estas épocas, tanto Esparta como Atenas, hicieron sus esfuerzos, en medio de sus eternas alianzas y disidencias políticas con otras polis, para tratar de mantener la libertad. 
Con Roma lo conseguirían, así como extraordinaria calma, no obstante a costa del sometimiento político. Toda revelación contra el poder itálico era absolutamente inútil. Esparta pasó a ser una ciudad más de Grecia, con una gran historia, y eso es todo. Su educación continuó siendo la misma, rígida y muy conocida en la región por ello, pero nada más. En ocasiones tanto para defender la ciudad como para nutrir las legiones romanas, aunque no era necesariamente algo cotidiano. De más está decir que tuvo que pagar un tributo a Roma. Así permaneció durante varios siglos, y con los Balcanes siendo saqueados por varias hordas bárbaras, Esparta no pudo ser la excepción; hasta que finalmente en el año 395 los visigodos la destruyeron. No mucho después, la parte occidental del Imperio cayó y Esparta no fue reconstruida sino hasta cuando el Imperio Bizantino, aquel rezago viviente de la Roma clásica, pudo rescatarla del olvido, reconstruyendo la ciudad muy cerca de la zona donde antiguamente se erigió. Actualmente urbe sigue existiendo bajo el mismo nombre no tan lejos de su antepasado clásico.


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